7 REMOVEDORES DE ÓXIDO CASEROS

Las temidas manchas de óxido no son imposibles de tratar. De hecho, se pueden quitar de distintas superficies con elementos que solemos tener en casa o que son muy fáciles de conseguir.

VINAGRE BLANCO

De todos los tipos de vinagres para condimentar ensaladas que existen, el blanco es el más fuerte, por eso es un elemento ideal para remover manchas de óxido en objetos de metal. Lo ideal es sumergir la pieza oxidada en el vinagre y dejarlo algunas horas que dependerán del tipo de metal y cuán dañada esté la pieza. Luego hay que frotar con un cepillo y enjuagar y quedará como nuevo.

LIMÓN Y SAL

Estos dos ingredientes juntos son muy efectivos a la hora de quitar manchas en general, y con el óxido particularmente funcionan muy bien. Lo que hay que hacer es cortar un limón -o lima-  por la mitad y “mojar” una de las mitades en sal. Frotar el limón y la sal sobre la mancha o la pieza oxidada hasta que ya no quede sal en el limón y exprimir la fruta sobre el óxido. Dejar actuar un par de horas, cepillar y enjuagar.

LIMÓN Y AGUA

Esta combinación es ideal para remover manchas sobre tela. Sólo hay que aplicar limón sobre la zona afectada y usar agua para enjuagar. Lavar normalmente. Si la mancha no se va, podemos repetir el proceso agregando sal y dejando actuar por algunas horas antes de lavar.

BICARBONATO DE SODIO

Un clásico a la hora de remover manchas. Hay que disolver partes iguales de bicarbonato de sodio y agua en un recipiente hasta obtener una consistencia espesa. Esparcir la preparación sobre el objeto a limpiar. En este paso podemos usar un cepillo de dientes que es muy efectivo para piezas pequeñas o con muchas rendijas. Dejar reposar hasta que se seque y luego remover, quitando los trozos de masa seca con las manos. Quitar el resto con un cepillo.

PAPAS Y SAL

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Por más raro que suene, las papas y la sal en combinación son una mezcla perfecta para remover óxido. Sucede que las papas contienen una buena cantidad de ácido oxálico, un ingrediente que suele encontrarse en los removedores industriales. Para usar este método, hay que cortar una papa por la mitad, tomar una de ellas y frotarla sobre la superficie del objeto que queremos limpiar. Espolvorear un poco de sal sobre la superficie oxidada y frotar sobre ella la otra mitad de la papa hasta que se quite todo lo oxidado. Lavar y secar.

PAPAS Y DETERGENTE

Una variante del método anterior es usar detergente en vez de sal. Cortar la papa a la mitad y mojar una de las mitades con detergente para lavar los platos. Esto generará una reacción química que será lo que remueva la mancha. Colocar el trozo de papa mojado sobre la superficie del objeto oxidado y dejarlo actuar por algunas horas. Si necesitamos repetir el proceso, cortar el pedazo de papa con jabón (en una rodaja) y volver a cubrir con detergente. En caso de no tener, el detergente se puede reemplazar por bicarbonato y agua.

LIJA Y CEBOLLA

Este método es perfecto para remover manchas de óxido de piezas de acero inoxidable. Tomar un papel de lija muy fino y frotarlo suavemente sobre la mancha alternando con una rodaja de cebolla que también frotaremos sobre ella. Enjuagar con agua caliente.

Fuente: Wiki How / La Bioguía

* Foto de portada: Clean My Space

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