Un ingeniero argentino radicado hace 8 años en Shangai (China) desarrolló Plobot, un juego de mesa que permite a lxs niñxs aprender programación informática, una disciplina considerada de importancia estratégica a nivel mundial, sin utilizar computadoras. El juego ya se implementó en escuelas de China y de Estados Unidos y podría lanzarse en la Argentina el próximo año. La iniciativa fue muy bien recibida por las autoridades chinas, entre ellxs por el ministro de Ciencia de ese país, quien elogió el invento.
Plobot fue diseñado por el ingeniero argentino Rodolfo Cossovich, quien vive en China desde hace 8 años. La idea es que lxs niños usen una serie de tarjetas inteligentes para darle órdenes a robots y así completar las “misiones” que les han sido encargadas. Respecto al funcionamiento del juego, el ingeniero explicó al diario Clarín que «lxs chicxs tienen una serie de tarjetas que representan órdenes para el robot. Si juegan solxs en la casa, van siguiendo un libro con dibujos que lxs lleva por diferentes juegos. El Plobot tiene que estudiar el planeta Tierra y para ello recorre diferentes lugares divertidos, como una heladería, un parque o una escuela. Pero también encuentra problemas y lxs niñxs tienen que solucionarlos», explica Cossovich, egresado de Ingeniería Electrónica en la Escuela Superior Técnica del Ejército Argentino.
El inventor de Plobot, el argentino Rodolfo Cossovich /FB Rodolfo Cossovich
La importancia de este juego reside en que se inscribe dentro de una tendencia mundial para enseñar programación en las escuelas, con el objetivo de que lxs alumnxs desarrollen lo que se conoce como «pensamiento computacional», es decir la capacidad de adquirir modelos de razonamiento que sirvan no sólo programar máquinas, sino también para dar resolución a problemas lógicos que se puedan extrapolar a otras situaciones de la vida.
«Con el pensamiento lógico, los chicos pueden resolver problemas desde lo lúdico para ir formando un criterio propio que les permita visualizar las situaciones problemáticas y pensar ciertas resoluciones», explica Mónica Paves, directora de RobotGroup, una empresa que diseña y fabrica robots para la educación, quien además asesoró al ingeniero Cossovich sobre los procesos de aprendizaje de la programación «física», es decir, sin uso de computadoras.
Otra de las características de Plobot es que es de código abierto: «Todo el software y el hardware que utilizamos son libres: las placas Arduino, el lenguaje Blocky, el sistema de blogs WordPress y otras bibliotecas (archivos que se usan en programación) de uso público. Esto significa que cualquier profesor con una PC puede estudiar y mejorar el código que yo he programado», según explicó el emprendedor, quien agrega que desea liberar una API (Plataforma de Programación de Aplicaciones) de uso abierto para que cualquier programador haga software para Plobot.
Esta característica garantiza que sea un proyecto «vivo», es decir que podrá perfeccionarse se acuerdo proceso de aprendizaje de lxs alumnxs. «Pensamos lanzar tres expansiones para que lxs chicxs sigan jugando con más piezas y practiquen conceptos más avanzados de programación, como funciones y variables, o exploren áreas como la geometría o la composición musical», se explaya Cossovich, quien añade que están construyendo nuevos accesorios.
Rodolfo Cossovich explica el proyecto al ministro de Ciencia de China, Wan Gan (izq) junto a Yang Xiong, alcalde de Shanghái (centro) /Clarin
Plobot ya comenzó a utilizarse en escuelas de China y de Estados Unidos y podría lanzarse en la Argentina el año que viene. Actualmente su creador, Rodolfo Cossovich, se encusntra en proceso de búsqueda de inversiones para seguir desarrollando el juego.
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