El Parlamento noruego aprobó una serie de normas con el compromiso de ponerle fin a la deforestación en el mundo. Las medidas van desde la prohibición de la tala de árboles hasta la prohibición de la venta y manufactura de productos que contribuyan a la destrucción de bosques.
Desde hace algún tiempo, Noruega viene trabajando con distintas compañías que se han comprometido a no utilizar materia prima cuya procedencia esté relacionada con la deforestación. El país tomará medidas para poder proporcionar productos de alto consumo como carne, soja, madera y aceite de palma, sin afectar el ecosistema. La extracción de estos productos, según un reporte de “Climate Action”, fueron responsables del 40% de la deforestación mundial entre los años 2000 y 2011; y del 44% de las emisiones de carbono a nivel global.
El plan de acción noruego incluye la financiación de proyectos en alianza con otros países, una medida que también desarrolló en los últimos años. En el período 2011-2015, en iniciativa conjunta con las Naciones Unidas, Noruega invirtió un total de 250 millones de dólares en la preservación de los bosques de Guyana.
En el 2015, Noruega pagó 1 billón de dólares al gobierno de Brasil, hogar del 60% del Amazonas, por completar el acuerdo que iniciaron en el 2008 para la preservación del bosque. En 7 años, la deforestación en el Amazonas bajó un 75%, salvando 33 mil metros cuadrados de ser cortados.
Para poder medir la magnitud de esta iniciativa, es importante tener en cuenta que el 31% de la Tierra está cubierta de bosques. Figurativamente, son los pulmones del planeta que producen el oxígeno y eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera. Pero también es hogar de la vida silvestre. Su destrucción es la contribución al cambio climático.
Fuente: EcoWatch
*Foto de portada: EcoWatch