Tres estudiantes argentinos desarrollaron el prototipo de un tractor de baja potencia y tamaño reducido, destinado a la pequeña producción agropecuaria. Según sus creadores, quienes ya planean fabricar el equipo, se trata de una máquina barata, confiable y fácil de reparar, con repuestos nacionales “para que el productor pueda apropiarse de esta tecnología”. El tractor esta desarrollado con un 80 por ciento de componentes de producción local.
Cuando Pablo González Táboas, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Buenos Aires, recibió las consignas del trabajo final de la materia Diseño 3D no dudó en proponerles la idea a sus compañeros, quienes rápidamente se entusiasmaron con el proyecto: desarrollar un prototipo de tractor destinado exclusivamente a cubrir las necesidades de la pequeña producción agropecuaria. La idea del joven, quien conoce de cerca estas problemáticas debido a su labor en una cooperativa agraria que se dedicaba al diseño y fabricación de implementos para el campo, pronto se convirtió en un proyecto a compartir con sus compañeros, Damián Strata y Ernesto Steirensis: “Como el caballo es su herramienta de trabajo, propusimos reemplazar la tracción a sangre y duplicar su productividad con un tractor de baja potencia que no existe en el mercado, accesible para el pequeño productor. Queríamos que fuese una máquina confiable, barata y fácil de reparar, con repuestos nacionales, para que el productor pueda apropiarse de esta tecnología”, destaca Strata a la Agencia TSS.
Fue así que luego de dos años de trabajo, estos estudiantes -ahora próximos a graduarse- ya proyectan comenzar a materializar este mini tractor tras haber sido elegidos por la Secretaria de Políticas Universitarias, en la convocatoria Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo para poder desarrollar su prototipo, cuyo costo de fabricación estimado es de 50 mil pesos.
Se trata de DEP-Agro, una máquina de baja potencia –con nueve caballos de fuerza- tipo tractor de unos dos metros de largo y algo menos de un metro de ancho. Esto la convierte en una máquina mucho más pequeña que los tractores más chicos disponibles actualmente en el mercado (que tienen aproximadamente 40 caballos de fuerza), máquinas que pese a la tecnología que incorporan se ven considerablemente sobredimensionados para las superficies en las que trabajan este tipo de productores. Quizás sea ésta la mayor ventaja de DEP-Agro: su tamaño lo hace fácilmente almacenable y transportable, por ejemplo, en una camioneta.
Equipado sólo con tracción en las ruedas traseras, DEP-Agro tiene la potencia suficiente para funcionar en territorios de montaña y su mantenimiento es sencillo, dado que, entre otras características, el 80 por ciento de los insumos que lo componen son de producción local. Sin embargo, sus creadores aclaran: “No son de origen nacional los neumáticos tipo cuatriciclo que proyectamos, especiales para barro, y el motor de combustión mono cilíndrico, que puede ser diésel o naftero, según el proveedor”, a la vez que señalan que la decisión de importar esos materiales se debe a “una cuestión de disponibilidad, puesto que no había fabricantes de neumáticos para esa medida al momento de proyectarlo. Quizás ahora podamos conseguir o cambiar el tamaño de las ruedas para poder incorporar un proveedor nacional”.
Por su parte, Germán Suppo, profesor adjunto de la materia Diseño 3D y coordinador del proyecto, agregó a UTN.BA que “el tractor DEP-Agro es un proyecto apuntado a la agricultura familiar, en especial que tienen pocas hectáreas para trabajar, entre dos y diez hectáreas. Allí existe una necesidad que tiene que ver con utilizar un implemento tecnológico que no sea un animal para trabajar la tierra. Con nuestro proyecto ofrecemos un implemento tecnológico que puede ampliar la capacidad que brinda el caballo y no resulta tan costoso como un tractor, que a su vez como solución es demasiado grande. Es importante dar una solución tecnológica a esta gente, proponer una solución para poder satisfacer esa necesidad”.
Los jóvenes, quienes ya planean fabricar el primer prototipo, señalan que el proyecto “superó nuestras expectativas, ya que no pensábamos que íbamos a poder fabricar este equipo. Es un lujo que no todos mis compañeros pueden darse, y estamos profundamente agradecidos, entusiasmados y motivados para poder hacerlo, verlo funcionar y que la idea prospere. El objetivo es poder ayudar a las familias que lo necesiten, ya sea vendiendo el producto o la idea para que alguien lo pueda fabricar en serie”, concluyen.