Un grupo de científicxs de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina desarrollaron un reactor con su catalizador que puede purificar el aire de efluentes industriales que contaminan las ciudades y afectan la salud de sus habitantes.
Con la coordinación del doctor en ingeniería química, Luis Cadus, un grupo de diez científicxs desarrolló una tecnología para tratar efluentes gaseosos y eliminar los compuestos orgánicos volátiles (COVS), con lo que se evitarían enfermedades como el asma, producidas por el smog fotoquímico.
El proyecto se ocupa de las grandes emisiones que se combinan con las partículas que emite la actividad humana, formando un cóctel que se denomina smog fotoquímico y que interrumpe el ciclo natural de degradación de esos compuestos generando otros, peligrosos y responsables de la mayoría de las enfermedades respiratorias.
En diálogo con la agencia de noticias Télam, el responsable del proyecto explicó: “El volumen de aire que hay es finito (y) lo debemos usar todxs y lo debemos dejar para que se siga usando; (en) las ciudades cercadas por los parques industriales por las emisiones de los vehículos, las combustiones que se producen cuando se arranca un motor o cuando se carga combustible, produce una emisión de gases contaminantes”.
La tecnología desarrollada en la provincia de San Luis (Argentina) es además muy barata para el mercado internacional, y permite un aire con niveles de estándares similares a los que promueve la agencia de protección ambiental de Estados Unidos (EPA) o la comunidad europea, que son los más rigurosos.
“Los desarrollos tecnológicos internacionales implican el uso de metales preciosos y nosotrxs trabajamos con metales comunes, pusimos todo el hincapié en el desarrollo químico y físico-químico de ese material, aplicando conceptos de ciencias de los materiales para lograr la misma performance de esos materiales que son muy caros”, aclaró el investigador.
Ese logro, del equipo de investigadorxs argentinxs, permitió que la mayor multinacional que vende catalizadores en el mundo comercialice el producto en su catálogo, ya que, en palabras del investigador “no lo pudimos proteger en su momento”, debido a que cuando lo publicaron, no se había rearmado la oficina de patentes del CONICET.
Sin embargo, el grupo de científicxs confeccionó un manual completo de transferencia, una patente, publicaciones, tesis y -por intercambio con otras universidades argentinas- lograron definir la figura jurídica que debe regir a una empresa con base tecnológica. Poseen además un estudio de mercado actualizado y lograron la firma de un convenio con una empresa privada a la que le están proveyendo un reactor, con la expectativa de generar una unidad productiva con base tecnológica mixta.
Fuente