Pocos edificios de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina) han sido ampliados y transformados en tantas ocasiones como la Casa Rosada, sede del gobierno nacional y quizás una de las postales más conocidas de esa ciudad. Pocos saben también, que en el lugar en donde hoy se encuentra «la rosada» se erigía el fuerte de Buenos Aires -una fortaleza destinada a defender Buenos Aires y a ser sede de las autoridades coloniales españolas- o que el arco principal de la fachada que conocemos hoy fue en realidad un recurso de los arquitectos para unir dos construcciones separadas que luego de construído el arco, terminaron de dar forma al palacio gubernamental que hoy conocemos. Hoy lxs invitamos a hacer un viaje histórico a lo largo de estas fotos y conocer los detalles del devenir arquitectónico la Casa Rosada, ícono de la vida política Argentina.
El germen de todo el conjunto que integra la actual Casa Rosada fue el Palacio de Correos y Telégrafos, inaugurado en 1876 por Nicolás Avellaneda. Su construcción comenzó en 1873 durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, quien contrató al arquitecto sueco Carlos Augusto Kihlberg para edificarlo en el terreno donde antes se levantaba el fuerte de Buenos Aires.
Desde 1826 la antigua residencia de los virreyes, emplazada dentro del fuerte de Buenos Aires, era utilizada como sede del poder ejecutivo. Luego de la inauguración del Palacio de Correos y Telégrafos y ya demolida la fortaleza que la rodeaba, la casa fue engalanada en un intento por destacarla ante el tamaño y belleza de su nuevo vecino.
En 1882 el presidente Julio Argentino Roca le encargó al arquitecto sueco Gustavo Enrique Aberg el ensanche de la Casa de Gobierno.La remodelación, cuyas obras finalizaron en 1884, conservó la residencia de los virreyes que quedó anexada a un nuevo edificio construido delante de la misma, con un frente similar al del Palacio de Correos y Telégrafos. A diferencia de este último, en el primer piso hay dos galerías abiertas y en el centro un balcón para el ceremonial de estado, famoso actualmente por haberlo utilizado algunas de las figuras más destacadas de la Argentina a lo largo del siglo XX.
A pesar de las obras de construcción y remodelación previas, la sede del poder ejecutivo no contaba con el suficiente espacio para trabajar cómodamente, por lo que en 1884 se decidió realizar una nueva ampliación.
Su reforma abarcaba la unión de los dos palacios (la casa de gobierno y el palacio de telégrafos) a través de un gran arco, y la demolición de la Casa de los Virreyes, para extender todo el complejo hasta las barrancas que bordeaban el río. El presidente Julio Argentino Roca aprobó el proyecto y se inició la construcción ese mismo año. De este modo quedó finalizado el frente oeste, fachada principal de la actual Casa Rosada.
Fuente consultadas
* Foto cabecera: Martin St Amant/ Wikimedia