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Día Internacional de la Juventud: Esta es la razón por la que los jóvenes pueden salvar al mundo
Se estima que en el planeta hay unos 120 millones de jóvenes, casi el 16 por ciento de la población global. Esa parte de la humanidad, comprendida entre los 15 y 24 años de edad, heredará un mundo que enfrenta desafíos como el calentamiento global, el avance de las nuevas tecnologías y los profundos cambios en lo que conocemos como trabajo. Sin embargo, el presente les depara uno de los mayores retos que la humanidad ha enfrentado: el de sobreponerse a las consecuencias de la pandemia del COVID-19, crisis que ha dejado a 1 de cada 6 jóvenes sin la posibilidad de acceder a un empleo. Sin embargo, la juventud tiene mucho para aportar. Los especialistas advierten que, ante un mundo cada vez más desafiante, la participación de las y los jóvenes será fundamental para poder encontrar soluciones innovadoras y construir sociedades más resilientes, inclusivas y sostenibles. Este 12 de agosto Construir TV se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Juventud con el estreno de «CHICAS OUAGA«, un documental que muestra la vida de un grupo de adolescentes y jovenes de Burkina Faso y su esfuerzo por encontrar un trabajo y construir su propio camino, más allá del miedo, las opiniones y expectativas de los demás.
La pandemia del covid-19 golpeó severamente el mercado laboral alrededor del mundo. Dicha crisis ha afectado especialmente a los sectores y grupos poblacionales más vulnerables, entre ellos, el de las y los jóvenes. “Algunos han asumido la carga del cuidado de otros, están sufriendo un mayor riesgo de hambre o violencia en sus hogares o se encuentran ante la perspectiva de no poder reanudar su educación», advierte el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
En este sentido, el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que 1 de cada 6 jóvenes se encuentra sin empleo, al tiempo que explica por qué la juventud ha sido uno de los sectores más severamente afectado desde que comenzó la pandemia. El informe señala tres razones para ello: la interrupción en el acceso a la educación y la formación de habilidades para el trabajo; la mayor dificultad para buscar y encontrar empleo en un escenario restrictivo y; por último, la pérdida de empleo, reducción de ingresos y empeoramiento de las condiciones laborales. Asimismo, desde la OIT advierten que en el último año el empleo en el sector juvenil cayó un 8,7 por ciento, mientras que el empleo en adultos se redujo un 3,7 por ciento.
En los últimos años la juventud ha logrado visibilizar problemas tan acuciantes como el calentamiento global, al tiempo que hizo masivo el reclamo para que los líderes mundiales comiencen a tomar acciones concretas para mitigar los efectos devastadores del cambio climático. Sin embargo, muchas veces la voz de las y los jóvenes es desacreditada, como ocurrió con la activista Greta Thunberg ante el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En este sentido, los especialistas destacan la importancia de incluir a la juventud en los procesos de toma de decisión para el establecimiento de políticas innovadoras, mejor formuladas y más sostenibles.
Las estimaciones prevén un aumento de la población mundial en 2 mil millones de personas para los próximos 30 años. Dicho escenario evidencia la necesidad de cimentar las bases de sociedades más inclusivas y justas, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030: garantizar el acceso a la educación y la salud para todas las personas, reducir la pobreza, fomentar el trabajo decente y un modelo de desarrollo sostenible que tenga a la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático en el centro de su concepción de progreso. En este sentido, desde Naciones Unidas lanzaron la campaña «Transformar los sistemas alimentarios: Innovación juvenil para la salud de los seres humanos y del planeta», que pone en evidencia la importancia de la participación de los jóvenes para establecer abordajes novedosos que puedan dar cuenta de la profunda interrelación e interdependencia entre el bienestar de la humanidad, el cuidado del ambiente y el desarrollo sostenible.
El mundo enfrenta una profunda transformación. Escuchar la voz de la juventud y promover su participación en la agenda pública parece ser el mejor camino para encontrar soluciones innovadoras que puedan dar respuesta a problemas complejos que todavía podemos resolver.
Estreno: CHICAS OUAGA
Construir TV se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Juventud con el estreno de «CHICAS OUAGA», un documental dirigido por Theresa Traore Dahlberg que muestra la vida de un grupo de adolescentes y jóvenes de Burkina Faso y su esfuerzo por encontrar un trabajo y construir su propio camino, más allá del miedo, las opiniones y expectativas de los demás. Una poética descripción de lo que significa ser una mujer joven hoy en Burkina Faso.
→ «CHICAS OUAGA», ESTRENO VIERNES 13 de AGOSTO a las 21 HORAS por la pantalla de Constuir TV. Repite el viernes 27 de agosto a las 21 horas.
A continuación les dejamos un avance:
Día Mundial contra la Trata: Por qué debemos escuchar a las sobrevivientes
La trata de personas es un delito que atenta contra la integridad de todos los seres humanos. Recientemente Naciones Unidas señaló que América Latina es una de las regiones con mayor cantidad de niñas y mujeres sometidas a la trata con fines de explotación sexual –que representa más del 50 por ciento de los casos- al tiempo que advirtió un aumento de delitos de trata de personas -muchos de ellos, niños- bajo diversas formas de trabajo forzado y mendicidad, entre otros. Este 30 de julio Construir TV se suma a la conmemoración del Día Mundial contra la Trata con la emisión de «YO FUI UNA ESCLAVA YAZIDI», un documental producido por la Fundación dinamarquesa THE WHY que relata la experiencia de dos mujeres que, tras haber sido sometidas a las más terribles formas de esclavitud y violencia por parte del Estado Islámico, siguieron luchando por su libertad, escaparon y hoy cuentan su historia.
La trata de personas es un delito que implica la captación, el traslado y/o la recepción de personas mediante el uso de la fuerza u otras formas de coacción con fines de explotación, que en la mayoría de los casos adquiere el carácter de explotación sexual, trabajo forzado, mendicidad o servidumbre, matrimonios forzados o venta de niñas y niños.
Naciones Unidas señala que en los últimos años se detectaron unos 50 mil casos de trata de personas en 148 países. Sin embargo, los especialistas coinciden en que la cifra real es mucho mayor debido a la dificultad para hacer visible este tipo de delito. El último informe de la ONU advierte que 7 de cada 10 personas captadas en redes de trata son mujeres y niñas capturadas con fines de explotación sexual –América Latina es una de las regiones con mayor cantidad de niñas y mujeres sometidas a este delito- al tiempo que advierte un aumento en la proporción de niños y hombres adultos que han sido objeto de trata para el trabajo forzado en industrias como la agricultura, la construcción, la pesca y la minería, en las que el trabajo se realiza en circunstancias aisladas y por lo tanto, resulta difícil de detectar por las autoridades.
En todos los casos el factor en común es la vulnerabilidad de las personas: migrantes indocumentados, hombres y mujeres sin acceso a empleo formal, niñas y niños provenientes de hogares sin recursos ni contención, personas transgénero, entre otros. En este sentido, la recesión causada por el COVID-19 no ha hecho más que empeorar las cosas, al profundizar el deterioro de las condiciones de vida de millones de personas que buscan una oportunidad de empleo y pueden caer en redes de explotación bajo la promesa de un trabajo digno: «Mujeres, niñas, niños y hombres de todo el mundo se encuentran sin trabajo, sin escuela y sin apoyo social en la persistente crisis del COVID-19, lo que los expone a un mayor riesgo de trata de personas”, señaló Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Cabe destacar que muchas veces estos delitos pasan desapercibidos para la sociedad. Por eso, es importante tener presente que existen formas de colaborar para detener este flagelo. Informarnos y estar atentos a nuestro entorno, es una de ellas. En Argentina, la línea 145 recibe denuncias en forma anónima y gratuita en todo el territorio nacional.
La voz de las sobrevivientes
Si bien a lo largo de los años se ha puesto el foco en la prevención de este tipo de delitos, en el último tiempo distintos especialistas advirtieron sobre la importancia de dar voz a aquellas personas sobrevivientes de la trata: escucharlas, aprender de ellas y reconocer “el papel crucial que desempeñan en el establecimiento de medidas eficaces para prevenir este delito, identificar y rescatar a las víctimas y apoyarlas en su camino hacia la rehabilitación”, según señala la última campaña de Naciones Unidas. Esta perspectiva cobra vital importancia si tenemos en cuenta que muchas veces, al recuperar su libertad, las personas que logran escapar de sus captores no sólo son incomprendidas por su entorno sino también sometidas a duros interrogatorios, estigmatizadas y hasta “castigadas por los delitos que fueron obligadas a cometer por sus traficantes”, según advierten desde la ONU. En este sentido, cabe mencionar que algunos especialistas señalan la necesidad de dejar de hablar de “víctimas” y comenzar a hablar de “sobrevivientes” –ya que la primera reduciría a la persona a un objeto pasivo sobre el cual se elaboran políticas, mientras que la segunda destacaría la capacidad de la persona para recuperarse y ser escuchada como sujeto activo de su historia.
“Necesitamos acciones concretas para impedir que los tratantes se aprovechen de la pandemia para explotar a las personas vulnerables», advierte Ghada Waly. Todo parece indicar que la mejor manera de combatir la trata es derribar las inequidades estructurales que dejan a millones de personas marginadas y expuestas a éste y otros delitos. Establecer políticas tendientes a fortalecer y ampliar los programas de salud universales así como el acceso a la educación pública y la creación de más y mejor empleo, parece ser el camino para comenzar a transitar la recuperación tras la pandemia.
Este 30 de julio Construir TV se suma a la conmemoración del Día Mundial contra la Trata con la emisión de «YO FUI UNA ESCLAVA YAZIDI», un documental producido por la Fundación dinamarquesa THE WHY que relata la experiencia de dos mujeres que, tras haber sido sometidas a las más terribles formas de esclavitud y violencia por parte del Estado Islámico, siguieron luchando por su libertad, escaparon y hoy cuentan su historia.
→ «YO FUI UNA ESCLAVA YAZIDI», viernes 30 de julio a las 21 horas por la pantalla de Construir TV.
A continuación les dejamos un avance:
*Imagen cabecera: Pixabay
Infancia y pandemia: 5 datos sobre el trabajo infantil que deberías saber
Además de su impacto en los sistemas sanitarios, la pandemia del COVID-19 ha deteriorado las economías de cientos de países. Sólo en América Latina se prevé una caída del 7,2 por ciento del PBI, en lo que el Banco Mundial considera la recesión más profunda en casi cuatro décadas. La pandemia del coronavirus ha profundizado aún más las vulnerabilidades de las familias con menor ingreso, y por consiguiente, de millones de niños que viven en la pobreza y son víctimas del trabajo infantil. Conocer la realidad de este problema resulta fundamental para comenzar a erradicarlo; por eso hoy compartimos cinco datos sobre el trabajo infantil junto a los principales lineamientos para la protección de las infancias ante la crisis mundial acaecida tras la llegada del COVID-19. Construir TV adhiere a la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil con dos documentales reveladores que abordan las causas del trabajo y la explotación infantil: «INFANCIA A LA VENTA» -este viernes 12 de junio por la pantalla de Construir TV- y «ESLABONES SUELTOS», disponible en nuestro canal de Youtube.
La OIT define al trabajo infantil como aquel “que priva a los niños de su infancia, su potencial y su dignidad”, resulta perjudicial física, mental, social o moralmente para el niño e interfiere en su escolarización. Cabe advertir que en sus formas más extremas, el trabajo infantil implica “niños que son esclavizados y separados de sus familias» y/o abandonados a valerse por sí mismos. A continuación compartimos cinco datos sobre el trabajo infantil que quizás no conozcan:
DATO #01: Se estima que unos 152 millones de niños son víctimas del trabajo infantil en todo el mundo y casi la mitad de ellos, 73 millones, realizan tareas peligrosas.
DATO #02: El trabajo infantil puede desarrollarse tanto en al ámbito doméstico –que recae mayormente en niñas y adolescentes- como en actividades productivas realizadas para terceros, como es el caso de la agricultura, que concentra el 71 por ciento de todo el trabajo infantil.
DATO #03: El acceso a la educación es la mejor herramienta para combatir el trabajo infantil dado que proporciona a los niños competencias para la vida y futuras oportunidades de trabajo. Los niños que reciben escolarización tienen menos probabilidades de ser víctimas de trabajo infantil.
DATO #04: El sector privado tiene un rol fundamental para la erradicación del trabajo infantil. Según señala un informe de la OIT “las empresas deben adoptar un enfoque proactivo al evaluar los riesgos de prevalencia del trabajo infantil en sus cadenas de suministro” así como de trabajar para prevenir el trabajo infantil si se encuentra.
DATO #05: Recientemente la OIT alertó sobre el peligro de que este empeoramiento de las condiciones de vida de millones de familias que trabajan en la economía informal –sin prestaciones de salud ni sistemas de protección social- propicie que las niñas y niños terminen en situación de trabajo infantil. “El impacto socioeconómico del COVID-19 afectará especialmente a los niños más vulnerables del mundo. Muchos ya viven en situación de pobreza y las consecuencias de las medidas de respuesta a la COVID-19 amenazan con agravar aún más sus dificultades” advierte Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
Ante este escenario, la OIT señala tres lineamientos para que los gobiernos implementen acciones urgentes para proteger a los niños y sus familias:
– Preservar el empleo y los medios de subsistencia mediante la inversión pública destinada tanto a las pequeñas y medianas empresas como a garantizar los ingresos de los trabajadores.
– Aumentar la protección social de los trabajadores mediante medidas que permitan mantener y ampliar las coberturas por seguro de salud así como de subsidios de emergencia.
– Asegurar la continuidad de la educación pública –con tecnologías que permitan la educación a distancia o sistemas que contemplen a aquellas comunidades que carecen de electricidad o acceso a internet- así como las comidas escolares y los materiales de estudio, como los libros de texto, por ejemplo.
Sin dudas la pandemia del covid-19 pone al descubierto una de las deudas más dolorosas de nuestras sociedades: la falta de protección de las infancias. “Si no se adoptan medidas urgentes, esta crisis de la salud amenaza con convertirse en una crisis de los derechos de los niños» alerta la directora ejecutiva de UNICEF. Al respecto cabe destacar la iniciativa de la OIT junto a diversas organizaciones para dar visibilidad a esta urgencia mediante una “Marcha mundial contra el trabajo infantil” con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil de este año. La campaña propone una “marcha” virtual para visibilizar esta problemática, sumar donaciones y comprometer a los gobiernos a implementar más y mejores medidas para la protección de los niños de todo el mundo.
Todo parece indicar que sólo mediante el esfuerzo y la cooperación internacional podremos comenzar a revertir los efectos devastadores de la pandemia del coronavirus y su impacto en la vida de millones de familias. «Solo si trabajamos juntos podremos lograr que millones de niñas y niños permanezcan sanos, protegidos y sigan recibiendo una educación” concluye Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
::: Infancia a la venta: viernes 12 por la pantalla de Construir TV :::
Como parte de la adhesión a la conmemoración del Día mundial contra el trabajo infantil, este viernes 12 de junio a las 21 horas Construir TV emite «INFANCIA A LA VENTA» (Selling Children), un documental de la serie Why Slavery? que descubre cómo la desigualdad y la pobreza son un caldo de cultivo para la esclavitud de niños y niñas en toda la India.
Aquí pueden ver un adelanto:
::: Eslabones sueltos: disponible en nuestro canal de Youtube :::
Construir TV se suma al Dia Mundial contra el trabajo infantil incluyendo en su programación el documental “ESLABONES SUELTOS” un documental sobre la problemática del trabajo infantil co-producido por Construir TV conjuntamente con la oficina País Argentina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Les dejamos el documental completo para que lo vean en nuestro canal de Youtube:
*Foto cabecera: frame de “Child Labour by Minamotion” / UNICEF. Fuente: muse.world
Covid-19 y consumo: Comprar y producir en la nueva realidad | Reflexiones sobre la pandemia
La pandemia del Covid-19 esta cambiando la forma en la que vivimos y nos relacionamos, y también está transformado la manera en la que compramos y producimos. Los hábitos de consumo han cambiado –la gente concentra la mayoría de sus gastos en comida y artículos de limpieza- y se han multiplicado los servicios online; desde clases de apoyo educativo para niños hasta capacitaciones profesionales. Si bien muchos de estos cambios han llegado para quedarse, los expertos advierten que es preciso distinguir entre las modificaciones «temporales» en la conducta y aquellos cambios que permanecerán en el tiempo. Ante este escenario incierto cabe preguntarnos ¿cómo impactarán estos cambios en las industrias? ¿Qué ocurrirá con el empleo? ¿Qué nos depara esta «nueva realidad»?
“El mes pasado, las búsquedas de ‘tiendas de comestibles con delivery cerca de mí’ crecieron un 200% a nivel mundial” señala un reciente informe de Google sobre tendencias globales durante el confinamiento. Y es que debido a las restricciones en la circulación, el auge de lo local sobre lo global -las compras en comercios de cercanía con envío a domicilio- fué uno de los principales modos de consumo en todo el mundo. En igual sentido el investigador del comportamiento del consumidor de la Universidad de Los Andes de Colombia, Carlos Trujillo, destaca que durante el confinamiento los consumidores comenzaron a tomar un mayor contacto con pequeños emprendimientos –muchas veces por recomendación de allegados- que facilitaron la transacción directa entre productor y consumidor. «Hoy la gente compra y prioriza el abastecimiento local, y las redes sociales colaboraron en ello. Esto sin dudas ha comenzado a afectar las estrategias de las grandes marcas a nivel global. De hecho ya hay grandes empresas que están pensando en cambiar sus fuentes de proveedores para diversificar y evitar interrupciones durante la cadena de valor», agrega Trujillo.
Diferenciar lo esencial de lo prescindible parece ser otra de las conductas más expandidas durante el aislamiento. Según la revista Fortune “ante la imposibilidad de salir de casa, las familias en América Latina dieron prioridad a la compra y almacenamiento de productos de limpieza del hogar e higiene personal, como el jabón, cuyas ventas se dispararon casi 50%. Otros bienes con alta demanda son el aceite, cuyas ventas crecieron 40%, en promedio, y el papel higiénico”. Asimismo, si bien el comercio online y transacciones electrónicas se han acelerado en nuestra región, en América Latina aún se observa una prevalencia del comercio tradicional –que representa más del 50% de las ventas totales– debido a que una parte de los consumidores, en especial de los sectores con menos ingresos, utiliza el dinero en efectivo como principal forma de pago para la compra en comercios locales.
Empleo e industria en la nueva normalidad
A medida que los países comienzan a retomar parte de la actividad económica, los desafíos se multiplican. Establecer medidas para respetar el distanciamiento social –como el protocolo elaborado por la UOCRA con las medidas de seguridad que deberán aplicarse en los lugares de trabajo para evitar los contagios– será una de las principales necesidades para dar curso a la “nueva normalidad”.
Sin embargo el mayor desafío continúa siendo el desarrollo económico y la preservación de las fuentes de empleo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé para mediados de año una pérdida equivalente a 305 millones de puestos de trabajo en el mundo y el Banco Mundial anunció que se espera la recesión mundial más profunda de los últimos decenios. Frente a este panorama, la OIT propone la implementación de “4 pilares” sobre los que construir las bases del nuevo mundo laboral, entre ellas: estimular la economía el empleo mediante préstamos y ayuda financiera a sectores específicos; aplicar medidas de mantenimiento del empleo y extender la protección social a toda la sociedad; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo y buscar soluciones a través del diálogo social entre los gobiernos, empresas y sindicatos, entre otros.
Si bien no existen recetas infalibles, numerosos especialistas destacan que será fundamental un cambio de modelo de desarrollo, basado en la cooperación internacional, para mitigar los causas y los efectos económicos, sociales y ambientales de esta pandemia. En este sentido, Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo del Grupo Banco Mundial señala que para superar esta crisis los gobiernos deberán invertir en el desarrollo de fuentes de energías limpias así como en el «transporte sostenible y el acceso a la infraestructura y los servicios digitales» para proteger a los trabajadores y apoyar a las empresas.
Consumir en la nueva realidad
Estamos ante un escenario que ya ha modificado gran parte de la manera en la que vivimos, compramos y vendemos. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta en qué medida los cambios que ya hemos implementado permanecerán o si habrá una suerte de «vuelta atrás» en algunos aspectos. Al respecto la consulta IPSOS publicó un informe que señala que hasta hace pocos meses «vivíamos en un mundo de certezas con rutinas establecidas que nos permitían tomar decisiones de manera simple y automática» y que, con la llegada del coronavirus, la naturaleza de ese «contexto de decisión» de los consumidores ha dejado de ser sólido y previsible. La pandemia del covid-19 dió lugar a «un escenario inestable» en todo el mundo en el que debemos tomar decisiones sin las bases sólidas a las que estábamos acostumbrados. «La gente se está adaptando a este cambio, a este escenario inestable y por lo tanto está tomando diferentes decisiones que no necesariamente siguen un patrón», advierte el informe.
Si bien algunos de los comportamientos iniciales -como las compras de pánico- dejaron de ocurrir, es posible advertir que, a medida que los países comienzan la etapa de desconfinamiento social, enfrentamos una crisis económica global que nos desafiará a seguir adaptándonos a una realidad cambiante y desconocida. Quizás una de las transformaciones fundamentales tendrá que ver con el ejercicio diario de diferenciar qué es lo importante y cuánto es suficiente. Reducir desechos, reutilizar y comprar en pequeños comercios para fomentar el trabajo local serán algunas formas de hacerlo.
La manera en la que consumimos está cambiando, al igual que los modos de producción y desarrollo. En un horizonte de posibilidades que aún no podemos vislumbrar con claridad, convertirnos en ciudadanos que consumen responsablemente quizás sea uno de los cambios que sí dependan de nosotros.
*Foto cabecera: Autor desconocido / Extraída de Pinterest
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