Se trata de una iniciativa a cargo de la fundación española Desarrollo Sostenible, la cual provee de placas solares a familias y pequeñas empresas que deseen comenzar a producir su propia energía y dar de baja el servicio eléctrico habitual. “Corta los cables” –tal el nombre de la campaña- es una acción que se sustenta en el concepto de autoconsumo a partir de una democratización de recursos que permita a las personas dejar de depender exclusiva y obligatoriamente de los servicios provistos por las grandes compañías eléctricas y sus constantes aumentos de facturación.
La iniciativa consiste en «un sistema de autosuficiencia eléctrica, permanente y constante, que permite desconectarse de la red, dejar de pagar recibos a la compañía eléctrica, y mantener un abastecimiento de energía en cada domicilio, de forma independiente, suponiendo un verdadero ahorro para las familias y negocios”, tal como se explica en la web de la fundación Desarrollo Sostenible, a cargo del desarrollo de esta iniciativa. El sistema -denominado A.O.S.S. (Always Ongoing Sufficency System, Sistema de autosuficiencia eléctrica permanente), está basado en la producción de energía solar fotovoltaica y se compone “de diversos dispositivos de generación eléctrica, establecimiento de red interna, inyección directa a la red eléctrica doméstica y acumulación”, los cuales proveen un servicio equivalente al de la red eléctrica convencional.
Para la instalación del sistema es preciso disponer de una superficie soleada –de al menos siete metros cuadrados por cada KW de potencia- y de otros cuatro metros cuadrados, destinados a instalar los sistemas de inyección y control, junto al sistema de acumulación y el de energía auxiliar.
Cabe señalar que el sistema esta previsto para ofrecer soluciones en el caso de que se utilice más energía de la que se ha producido: en dichas situaciones, se extrae parte de la energía acumulada para completar la demanda del momento. Asimismo, sus creadorxs destacan que, en el caso de que la energía acumulada se agote “entra en funcionamiento el sistema de abastecimiento de emergencia, programado para poner en funcionamiento un dispositivo activado con energía convencional, insonorizado y programado para que solo consuma lo estrictamente necesario para abastecer la demanda de ese momento y acumular lo necesario para las horas siguientes”.
“Nuestro propósito inicial era sensibilizar (…) y protestar contra las compañías eléctricas. Y ahora se está convirtiendo en una herramienta para salir de la esclavitud del sistema eléctrico”, comenta el principal responsable de este proyecto, Emilio Ballester, presidente de la Fundación Desarrollo Sostenible. Al momento, unas 750 mil personas se han contactado con lxs responsables del proyecto para comenzar a utilizar este sistema.