Diariamente nos enfrentamos a problemáticas que afectan y en muchos casos definen las posibilidades de progreso y bienestar de las personas y que, en conjunto, atraviesan las sociedades del mundo, especialmente las de los países en desarrollo. El desempleo, la pobreza, la violencia y el acceso a la salud, son algunos de los temas que las personas señalan como sus principales preocupaciones. Frente a esto cabe preguntarnos ¿cuáles son las prioridades de lxs líderes del mundo?
Un estudio reciente que el Foro Económico Mundial recoge afirma que el 39 por ciento de la población mundial señala al desempleo como su principal preocupación, seguido de la corrupción financiera y política, la pobreza y desigualdad social, con un 32 por ciento. El crimen y la violencia (30 por ciento) y el acceso a la salud (22 por ciento) completan las cinco principales preocupaciones mundiales. Frente a esto, surge la pregunta acerca de cuáles son los temas que lxs gobernantes del mundo destacan como los problemas principales que enfrentamos como población. ¿De qué se están ocupando nuestrxs líderes?
Sin dudas, el Grupo de los 20 o G20, resulta clave para intentar responder a esa pregunta, al ser el principal foro internacional dedicado a la cooperación económica, financiera y política y dedicarse a construir consenso para impulsar políticas públicas que resuelvan los desafíos que enfrenta la humanidad. Integrado por la Unión Europea y otros 19 países –entre ellos Argentina, que lo preside durante el 2018- los debates del G20 no sólo incluyen a los equipos de gobierno de los países, sino además a las organizaciones internacionales socias, los países invitados y los Grupos de Afinidad, que representan distintos sectores de la sociedad civil.
Es entonces preciso señalar que la agenda 2018 del G20 se enfocará en tres grandes temas: el futuro del trabajo; la infraestructura para el desarrollo; y el futuro alimentario sostenible.
El futuro del trabajo
Sin dudas las nuevas tecnologías han modificado profundamente las formas de vida y estructuras tradicionales del trabajo, y por ello es imprescindible desarrollar políticas que prevengan que la adopción de dichos cambios generen aún más exclusión y desigualdad social. La educación está en el centro de este debate, y será un campo de relevancia para capacitar y empoderar a las personas para contribuir al desarrollo de un mundo que sea a la vez más equitativo y sostenible. La educación, capacitación y actualización de habilidades para la vida y el trabajo serán las claves para que esta ola de avances tecnológicos sea lo más inclusiva posible.
Promover la infraestructura para el desarrollo
Promover políticas que fomenten el desarrollo de infraestructura -caminos, puentes, ferrocarriles, transporte público, obras sanitarias, conectividad digital- para crecer. El sector privado juega un papel clave para potenciar la inversión en infraestructura.
Un futuro alimentario sostenible
La producción de alimentos de calidad y en forma sostenible continúa siendo uno de los principales desafíos de cara a los próximos años. Aproximadamente 10 millones de hectáreas de cultivos se pierden anualmente debido a la erosión del suelo. Producir alimentos de calidad y promover la seguridad alimentaria de las poblaciones sin impactar negativamente en el medio ambiente requiere de políticas que fomenten la colaboración del sector público y privado: gobiernos, empresas, agencias internacionales, asociaciones de productores agropecuarios y la sociedad civil.
La función de los Grupos de Afinidad
Es preciso señalar que estas tres prioridades contemplan múltiples problemáticas que abarcan diversas áreas de trabajo como finanzas, agricultura, anticorrupción, economía digital, educación, empleo, salud y sustentabilidad climática, entre otras, que son trabajadas por los siete Grupos de Afinidad del G20. Estos grupos están conformados por organizaciones de la sociedad civil y tienen como fin preparar una serie de recomendaciones que serán contempladas en las discusiones y negociaciones de lxs líderes del G20.
Frente a este complejo panorama, puede decirse que espacios como el del G20 resultan claves para discutir y poner sobre el tapete las problemáticas y desafíos a resolver en nuestras sociedades. Las soluciones a los problemas cotidianos resultan complejas y sin dudas contemplan múltiples factores y dinámicas que deben ser analizados a la hora de establecer acuerdos. Es un deber de la sociedad civil estar atenta a las propuestas de sus representantes y las políticas que implementan para luego poder afirmar o revertir los rumbos adoptados mediante el ejercicio del derecho al voto.
*Imagen cabecera: Kawood Media