El gobierno francés anunció que instalará paneles fotovoltaicos en las rutas de ese país. El objetivo es lograr instalar paneles solares a lo largo de 1000 kilómetro de carretera en los próximos 5 años. Lxs responsables del proyecto aseguran que, de alcanzarse el objetivo del plan, las carreteras podrán producir energía renovable capaz de abastecer a 5 millones de personas, aproximadamente un 8 por ciento de la población de Francia.

Joachim Bertrand, Colas/ Diariomotor

Así lo anunció en enero pasado el ministro de Ecología y Energía de Francia, Ségolène Royal, quien manifestó la intención del gobierno de pavimentar mil kilómetros de ruta con paneles fotovoltaicos a lo largo de los próximos cinco años. Asímismo, el funcionario expresó que las pruebas sobre el funcionamiento de los paneles solares comenzarán en las próximas semanas, ya entrada la primavera, según informa el sitio Global Construction Review.

Los paneles estan integrados por unas células fotovoltaicas extremadamente finas, de apenas 7 milímetros de grosor, pero a la vez muy resistentes / Joachim Bertrand, Colas/ Diariomotor

De esta manera, las “carreteras solares” utilizarán la tecnología fotovoltaica de los paneles Wattway, desarrollada por la principal empresa de ingeniería civil de Francia, Colas, junto al Instituto Nacional de Energía Solar.

Joachim Bertrand, Colas/ Diariomotor

De acuerdo con un comunicado de prensa, uno de los ingenieros responsables del desarrollo de esta tecnología, Jean-Luc Gautier, destacó que los caminos “son una superficie ideal para aplicaciones de energía” dado que «pasan el 90 por ciento de su tiempo mirando hacia el cielo”, lo que hizo que lxs desarrolladorxs los eligieran como la mejor superficie para desarrollar el proyecto.

Joachim Bertrand, Colas/ Diariomotor

Asimismo, el ministro manifestó que el proyecto, al que han llamado “Energía Positiva”, será financiado con el aumento de los impuestos a los combustibles fósiles. El objetivo final es poder llegar con esta tecnología a zonas remotas, en las que resulta más difícil y costoso hacer llegar electricidad.

La iniciativa se enmarca en una tendencia de las administraciones públicas europeas que busca desarrollar políticas para contrarrestar la emisión de gases de efecto invernadero, tales como la reciente sanción de una norma del Parlamento francés que obliga a las empresas constructoras a instalar techos verdes en las cubiertas de los edificios, así  como el fomento en el desarrollo de fuentes de energía renovables, lo que recientemente permitió a Alemania lograr generar más electricidad a partir de dichas fuentes, por sobre la electricidad proveniente de la energía nuclear.