Estamos en los albores de la Cuarta Revolución Industrial. Biotecnología, inteligencia artificial, energías renovables, robótica, Blockchain e impresión 3D son algunas de las nuevas tecnologías que impactarán en nuestras vidas en múltiples niveles. El mundo del trabajo también experimentará profundos cambios que modificarán sustancialmente las formas de producción y empleo que hoy conocemos. Ante este nuevo paradigma, el futuro del trabajo se nos presenta como un interrogante que nos desafía a pensar estrategias que permitan poner la tecnología al servicio del desarrollo sostenible y el empleo decente. ¿Cuál será el alcance de este cambio? ¿Seremos reemplazados por robots en el ámbito laboral? Este mes en Construir TV te invitamos a saber más sobre el #FuturoDelTrabajo y los desafíos para construir un futuro sostenible e inclusivo para todxs.
No caben dudas de que los avances tecnológicos enmarcados en lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial han llegado para transformar profundamente nuestros modos de vida, y, en particular, las formas de trabajo hasta ahora conocidas. Nuevos empleos serán creados, a la vez que muchos otros serán sustituidos. Recientemente la CEPAL adviritó sobre la necesidad de desarrollar políticas que permitan reorientar las destrezas laborales para aprovechar las nuevas oportunidades y reducir sus efectos negativos. “Sin medidas enérgicas, nos dirigiremos a un mundo en el que se ahondarán las desigualdades e incertidumbres existentes” señala el informe de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recientemente publicado.
En dicho sentido, desde la OIT señalan que será fundamental trabajar sobre tres ejes:
– Aumentar la inversión en las capacidades de las personas, entendido esto como el derecho de las personas de toda edad a recibir un aprendizaje a lo largo de la vida que les permita adquirir competencias y “reciclarse profesionalmente”
– Aumentar la inversión en las instituciones del trabajo; la reglamentación y los contratos de trabajo y los convenios colectivos, entre otros, seguirán siendo las “piedras angulares” para forjar un futuro de trabajo con igualdad económica.
– Incrementar la inversión en áreas clave en favor del trabajo decente y sostenible -de conformidad con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas- tendientes a reducir las brechas de género, promover el acceso a oportunidades de trabajo decente entre lxs jóvenes, etc.
En la actualidad asistimos a innovaciones tecnológicas nunca antes imaginadas. La inteligencia artificial (IA) y la robótica son uno de los pilares de esta revolución que afecta múltiples áreas: recientemente, China presentó al primer presentador de noticias creado con IA, capaz de estar conectado continuamente a la red global de noticias y, en consecuencia, capaz de trabajar 24 horas al día. En materia de salud, se presentaron los “robots enfermeros”, como «Pepper», un robot humanoide que ya empezó a utilizarse en un hospital de Génova (Italia) para vigilar las habitaciones de los pacientes y alertar a los médicos en caso de peligro. Por su parte, la impresión 3D es otro de los avances cuyas aplicaciones son tan diversas como innovadoras: desde la construcción de complejos habitacionales completamente realizados con tecnología 3D hasta prótesis de manos y otras extremidades fabricadas con impresoras 3D hogareñas.
Ante estos avances, surge la pregunta ¿está en riesgo nuestra capacidad laboral? ¿seremos reemplazadxs por robots? No hay dudas de que muchos empleos que hoy conocemos dejarán de existir. Sin embargo, junto a las nuevas tecnologías surgirá la necesidad de crear nuevos puestos de trabajo vinculados con la gestión de las mismas; desde las personas que deberán encargarse de manejar las nuevas maquinarias e insumos, hasta quienes desarrollen los softwares necesarios para su implementación. “Los robots tienen una gran capacidad lógica y de gestión del big data, pero la inspiración, la intuición y la creatividad quedan lejos de su alcance”. La creatividad, precisamente, se convertirá en una de las competencias profesionales más demandadas “para sacar provecho al mix de nuevas tecnologías y formas de trabajo”, según afirma Wolfgang Wahlster, director del Centro Alemán de Investigación de Inteligencia Artificial, al señalar que la robotización de la economía no significará una total desaparición de empleos.
Así las cosas, todo parece indicar que el proceso de transformación sólo beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse, por lo que será de vital importancia que los gobiernos, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil asuman el compromiso de trabajar conjuntamente para hacer que el futuro del trabajo sea un futuro que incluya a todxs lxs trabajadorxs.
*Foto cabecera: omron.com / Fuente: 3v.org