El proyecto nació en el Instituto Tecnológico Superior de Tacámbaro (ITST), en Michoacán. Se trata de un ladrillo elaborado a partir de residuos sólidos urbanos, suelos erosionados y savia de nopal que no necesita cocción y es más resistente que uno convencional.
Según explicó Javier Guillén Aparicio, investigador del ITST, el ladrillo “Blocks-Echerhirhu” es tres veces más liviano que uno convencional y puede soportar una compresión de hasta 12 toneladas, a diferencia de uno convencional que resiste sólo 4. Además, su grado de absorción de humedad es de un 30%, otorgándole facilidad para manejarlo.
Este ladrillo sustentable, además, es un gran aislante térmico y sonoro, lo que lo hace ideal para la construcción de viviendas.
Pero además de sus ventajas constructivas, este ladrillo presenta algunos beneficios sociales: a diferencia del ladrillo tradicional, no necesita cocción, lo que facilita su elaboración, no afecta al ambiente y evita riesgos a la salud en quienes los elaboran, como quemaduras y afecciones respiratorias.
Por otra parte, permite que el proceso de producción sea más barato y rápido en comparación al proceso tradicional, ya que hay un considerable ahorro de combustible, además de que se reutilizan residuos sólidos provenientes de construcciones.
Tampoco es necesario que los ladrilleros adquieran nueva maquinaria para su fabricación, sino que es posible utilizar la que ya usaban en la elaboración tradicional.
Según los investigadores, el proyecto nació ante la necesidad de los ladrilleros artesanales de sustituir la manera tradicional en que son fabricados la gran mayoría de ladrillos en México, lo que acarrea graves problemas ambientales, entre ellos la explotación y el consumo desenfrenado de bancos de materiales vírgenes, quema de combustibles y daños a la salud, tanto de productores como a la población vecina, y la emisión de gases de efecto invernadero.
Actualmente, Guillén Aparicio junto a otros investigadores y estudiantes del ITST, conformaron un equipo que busca mejorar la cualidad aislante de sonidos de este ladrillo.
Fuente: Jornada (Mx)