Alcanzar el sueño de la casa propia parece ser una de los objetivos materiales más difíciles de conseguir en todo el mundo. Para lograrlo, estas mujeres de Even Yehuda (Israel) decidieron poner manos a la obra y transformar un viejo autobús en desuso en lo que es hoy un comodísimo loft equipado con todas las comodidades.
“Leí un artículo sobre soluciones alternativas de vivienda, como contenedores y tiendas de campaña”, relata hoy la psicoterapeuta Tali Shaul, quien junto a la especialista en tratamiento ecológico de aguas Hagit Morevski, buscaron una solución alternativa para poder tener su casa propia. Fue así que decidieron comenzar a dar forma a su original proyecto: convertir un viejo autobús en un espacio para vivir.
Tali Shaul y Hagit Morevski / Xnet
Días después visitaron el depósito de una compañía israelí de transporte público para comprar lo que era un viejo autobús en desuso y a partir de ahí comenzar con la transformación.
El primer paso fue despojar al autobús de todo su interior. Cabe señalar que el proyecto contó con la ayuda de Vered Sofer Drori, un diseñador y amigo personal de Tali y Hagit.
Otra decisión, quizás la más importante a nivel estético, fue optar entre mantener la forma original del autobús o convertirlo en un espacio más similar a un contenedor. Finalmente, tanto las ventanas como el diseño en general del autobús se mantuvieron, mientras que los cambios más significativos tuvieron lugar en el interior.
Como puede verse en la galería de fotos, esta particular “casa-autobús” cuenta con todas las comodidades y conexiones de infraestructura necesaria para la vivienda: agua, electricidad, una caldera y aire acondicionado.
Tali Shaul y Hagit MorevskiLior, las propietarias de esta original casa hecha a partir de la estructura de un autobús. Danzing / Odditycentral
La historia de estas originales propietarias se enmarca en una tendencia que busca encontrar nuevas formas de acceso a la vivienda propia, como transformar viejos garages en pequeñas y funcionales casas así como generar alternativas para emprendimientos profesionales, como el caso de las arquitectas mendocinas que construyeron una oficina de lujo a partir de un viejo container reciclado. Verdaderos ejemplos de «pensamiento lateral» que ya son toda una tendencia.
