Un bombero voluntario de 41 años que en 2001 había recibido graves quemaduras en su rostro durante un rescate, recibió lo que es considerado como el trasplante de rostro más complejo de la historia. La cirugía duró 26 horas y se realizó en un centro médico de Nueva York, con un equipo liderado por un médico de ascendencia cubana. Patrick Hardison, el trabajador que recibió el trasplante –quien enfrenta un extenso proceso de rehabilitación y deberá tomar medicación inmunosupresora durante el resto de su vida- se mostró confiado en volver a retomar gran parte de las actividades que hacía antes de tener el accidente y hasta planea volver a manejar.
La cirugía se realizó en agosto pasado en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y es todo un hito en la historia de la medicina: se trata del trasplante de rostro más ambicioso jamás realizado, ya que logró trasplantar tejido humano en orejas, labios, nariz, cuero cabelludo y párpados, algo que en otros procedimientos similares anteriores no se había practicado.
Por su parte, Eduardo Rodríguez, el cirujano hijo de inmigrantes cubanos que lideró el equipo médico que llevó a cabo la compleja cirugía de la que participaron unxs 100 profesionales, explicó al diario La Opinión: “El trasplante del cuero cabelludo era algo que no se había hecho en la historia de la medicina y es algo importante para la estética y la recuperación del paciente. También el trasplantar párpados y que los mismos funcionen bien, era algo que no se había hecho antes”.
Hace catorce años, Patrick Hardison, un bombero voluntario del estado de Mississippi (Estados Unidos), recibió gravísimas quemaduras al tratar de rescatar a una mujer de una casa en llamas y quedar atrapado al caerle el techo encima. Pero la vida de Hardison, de 41 años y padre de cinco hijxs, daría otro vuelco en agosto de 2015 al recibir lo que se considera el trasplante de rostro más complejo de la historia que le permitiría comenzar a soñar con recuperar su calidad de vida.
El donante fue un artista de Nueva York llamado David P. Rodebaugh, de 26 años, quien resultó con muerte cerebral tras un accidente en bicicleta en una calle de Brooklyn. A diferencia de otros trasplantes, en que los órganos pueden ser transportados desde centros de salud distantes entre sí, en este caso la cirugía debió ser practicada con el donante y el recipiente en quirófanos contiguos.
Respecto a la particularidad de este trasplante, el doctor Rodríguez aseguró “el primer trasplante de cara fue en el 2005, y después se han hecho muchos, pero teníamos que superar la función y la apariencia de los recipientes. Queríamos que estos pacientes se pudieran reincorporar a la sociedad y que no se sintieran diferentes a cualquier otra persona, y para mí esto ha sido un orgullo muy grande”. El costo de la cirugía -valuado en un millón de dólares- fue cubierto por una beca de investigación del NYU Langone Medical Center y se espera que en el futuro se practiquen procedimientos similares en este hospital.
Compartimos un video con la historia de Patrick Hardison, su vida después del accidente y cómo fue la cirugía (se sugiere activar la opción de traducción automática de subtítulos).