Una tradicional librería parisina ofrece albergue a sus visitantes a cambio de que colaboren unas horas con las tareas del lugar. Conozcan cómo es Shakespeare and Company, la librería “de las puertas abiertas” para viajerxs de todo el mundo que supo enamorar a escritores de la talla de Ernest Hemingway y James Joyce.
Ubicada en el 12 de la calle Odéon, en pleno París, la librería Shakespeare and Company (Shakespeare & Co.) fue fundada en 1919 por la estadounidense Sylvia Beach, quien estuvo al frente del negocio hasta entrada la Segunda Guerra Mundial, más precisamente el año 1941. Durante ese periodo, la tienda era considerada como el centro de la cultura anglo-americana en la ciudad, lo que le valió convertirse en un lugar para la bohemia parisina del momento, visitada por personalidades como Ernest Hemingway, Ezra Pound, F. Scott Fitzgerald, Gertrude Stein y James Joyce. Tanto fue así que Hemingway incluyó el lugar en su libro de memorias París era una fiesta, en el que describe a la dueña del lugar: “Sylvia era amable, alegre, curiosa, y amaba hacer bromas. Nadie que yo haya conocido jamás fue tan amable conmigo”. Asimismo, es sabido que Sylvia Beach fue la primera en publicar en 1922 la novela Ulises, de Joyce. Posteriormente el libro sería prohibido en Estados Unidos y en Inglaterra aunque la librería Shakespeare and Company publicó varias ediciones más de este libro después de su prohibición.
Shakespeare and Company fue cerrada en diciembre de 1941 debido a la ocupación de Francia por parte de las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial. Según cuenta la historia, un día de diciembre un oficial Nazi entró a comprar la última copia de Finnegans Wake de Joyce. Sylvia se negó a venderle el libro, por lo que el oficial la amenazó diciéndole que esa tarde volvería para confiscarle todos los libros y clausurar la librería. Después que el oficial se fue, Sylvia trasladó todos los libros y elementos de la librería a un departamento ubicado en los pisos superiores del edificio. Luego de ese episodio, Sylvia pasó seis meses en un campo de concentración en Vittel, y nunca pudo reabrir su negocio de la calle L´Odéon.
Diez años después, en 1951, otra librería anglosajona fue abierta en París –en el 37 de la calle Bûcherie, muy cerca de Notre-Dame- por el americano George Whitman, quien luego de la muerte de Sylvia Beach, cambió el nombre de su librería por el de Shakespeare and Company. En los años ‘50 muchos escritores como Julio Cortázar, Allen Ginsberg, Henry Miller y William Burroughs se alojaron allí.
Según cuenta el sitio oficial de Shakespeare & Co., desde que abrió las puertas de su librería, George Whitman instaló el lema: «No seas inhospitalario con los extraños, no vaya a ser que sean ángeles disfrazados». Fue así que a lo largo de los años la librería no sólo sirvió como punto de encuentro de escritores y adeptos a la literatura sino también como refugio para quienes lo necesitan. A cambio, sólo hay que comprometerse a hacer tres cosas: leer un libro cada día, colaborar con las tareas del negocio por un par de horas diarias y escribir una breve autobiografía de una página de extensión para el archivo personal de George.
A la fecha, la librería estima haber alojado a unos 30 mil “Tumbleweeds” (una metáfora para aludir a esos cardos rodantes que «vagan» por campos desérticos que solemos ver en las películas).
La hija de Whitman, Sylvia, se ocupa ahora del establecimiento, que continúa ubicado en el mismo lugar que lo fundó su padre, George, cerca de la plaza de Saint Michel y a dos pasos del Sena y de Notre Dame. La librería cuenta con un café, ofrece talleres y organiza el FestivalandCo, un certamen bi-anual con temáticas que varían en cada edición.
Ícono cultural de la «ciudad luz», Shakespeare & CO. parece ser un lugar de ensueño que todo viajante debe conocer.